viernes, 9 de diciembre de 2011

La Educación Inclusiva como una igualdad de oportunidades


El movimiento genérico denominado Integración Educativa se inicio en los Estados Unidos en la década de los años sesenta con el propósito de que todos los niños con alguna discapacidad se eduquen en aulas regulares. Pero fue durante la década de los noventa que los países de América Latina iniciaron una serie de reformas educativas orientadas al el acceso universal a la Educación, al mejoramiento de su calidad y equidad, sin embargo todavía persiste un alto porcentaje de desigualdad, es por ello que es urgente el desarrollo de políticas que apunten al cumplimiento de las funciones educativas, las que garanticen la permanencia de la cobertura en el sistema escolar y la satisfacción efectiva de las necesidades básicas de aprendizaje de los alumnos.

Los niños y niñas con necesidades educativas asociadas a una discapacidad son los más excluidos de la sociedad, aunque la tendencia de las políticas de los países es promover la integración de estos alumnos en la escuela común, la gran mayoría esta escolarizada en centros de educación especial, por lo que también son los más discriminados. En el caso de Chile la integración e inclusión esta en un proceso inicial, pese a que en el año 1990 se dicto el primer Decreto Supremo que reglamento la integración de alumnos con necesidades educativas especiales en aulas regulares y en el año 1994 se promulga la Ley de Integración Social de Personas con Discapacidad (Gonzales y Tenorio;2004:3).
En este sentido si bien el movimiento de la inclusión ha surgido con fuerzas en los últimos años para hacer frente a los altos índices de exclusión, discriminación y desigualdades educativas. El hecho de que niños con algún tipo de discapacidad asistan a la escuela regular no asegura necesariamente que estén participando en igualdad de condiciones en las actividades escolares, debido a la desigualdad entre escuelas privadas y públicas, en términos de recursos, docentes, resultados de aprendizaje, etc.


Considerando lo mencionado la integración constituye un gran desafío de poder llevarse a cabo, ya que los problemas asociados de diversa índole presentan un obstáculo para la realización eficaz de los programas, lo que ha generado una desmotivación en la escuela y una respuesta educativa inadecuada para los alumnos sujetos a la integración, para los cuales no ha existido la capacidad para adecuar las prácticas docentes que proporcionen la real inclusión, la que además es vista como un proceso que complica el aprendizaje y no como una característica propia de cada persona.

A modo de síntesis cabe insistir en que el movimiento que apunta hacia la inclusión e integración es más bien considerado un rol social, por lo tanto hay que empezar a tomar conciencia. Como lo plantea y afirma la Unesco, Unicef y la fundación Hineni, en una reflexión crítica que señala: “Yo decidí aceptar mi discapacidad e hice un compromiso conmigo mismo. Yo tengo una gran discapacidad pero, estoy asumiendo roles que me corresponden en la sociedad” (Unesco, Unicef y Hineni; 2001:14). Esto refleja que pese a las barreras aun existentes es necesario seguir luchando para lograr avanzar a una mayor equidad que proporcionara importante significancia en la vida de aquellos niños que buscan la aceptación de sus necesidades especiales, en cuanto a la igualdad de oportunidades, equilibrio entre la enseñanza-aprendizaje y la participación activa ante la sociedad, con el fin de poder alcanzar sus sueños y metas a lo largo de sus vidas.

Fuente: Trabajo realizado para la asignatura Producción de textos académicos, del Programa Bachillerato de la Universidad Santo Tomás.

2 comentarios:

  1. Diony está buena el tema que escogiste, lo que sí creo que mucho texto y muy pocas imágenes :) saludos

    ResponderEliminar
  2. Gracias y de todos modos ya considere tu comentario y modifique el blog, para que resulte atractivo a los ojos del lector (:

    ResponderEliminar